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Translation via Jennifer Rodriguez
Últimamente, he estado aprendiendo del ritual matutino de mi perro. Mientras el sol invernal se abre paso a través de las ventanas del comedor, Bella se acurruca entre los puntos de luz que cubren la alfombra, relajada por el brillante regreso de un amigo fiel.
El calor de estos rayos caleidoscópicos de luz invernal siempre me sorprenden. La ventana filtra el frío de la temporada, como si me invitara a notar la sutil belleza de los días que he considerado grises y rutinarios.
¿Con qué frecuencia pasamos por alto los momentos de luz que nos rodean? Este tramo de fin de invierno a menudo se encuentra con una actitud de resistencia, contando los días hasta una primavera más soleada y verde. Lo que estoy aprendiendo es que en lugar de simplemente tolerar esta temporada, podemos elegir abrazarla y deleitarnos con toda su singularidad.
Lo que estoy aprendiendo es que en lugar de simplemente tolerar esta temporada, podemos elegir abrazarla y deleitarnos con toda su singularidad.
Estos días no son estériles. Como mi perro que encuentra descanso en la luz que brilla a través de mi ventana, yo también quiero buscar la riqueza del invierno, la vitalidad del fresco sol de febrero y la maravilla escondida en cada día.
A medida que avanzamos en estos primeros meses de 2021, busquemos recordatorios de calidez y diversión; hay luz a nuestro alrededor, sólo necesitamos encontrarlos y descansar allí.
Rachel Johnson, la familia Darling
